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Un curso que transforma vidas: la barbería al servicio de la juventud en Rocha

En el Espacio de Arte y Cultura Joven de Rocha, dos jóvenes barberos, Nahuel y Lucas, lideran un curso que va más allá de la enseñanza de un oficio.

La iniciativa organizada por la Dirección de Juventud de la IDR, no solo busca capacitar a nuevos profesionales en la barbería, sino también ofrecer una salida laboral a jóvenes de entre 17 y 23 años, fortaleciendo al mismo tiempo valores como la responsabilidad, la empatía y la resiliencia.

«Una oportunidad para cambiar vidas»
El curso, que comenzó hace dos meses, ya cuenta con diez estudiantes comprometidos. Según Nahuel, este proyecto surgió tras varias conversaciones con su compañero. «Hace tiempo habíamos hablado sobre la posibilidad de abrir este espacio. Hoy es una realidad, y los jóvenes están respondiendo con entusiasmo y ganas de aprender», expresó.
La formación no solo se centra en enseñar técnicas de barbería, sino también en ofrecer una herramienta laboral clave en un contexto donde las oportunidades para la juventud son limitadas. «Sabemos que no todos los jóvenes tienen éxito en los estudios o cuentan con un camino claro. Este curso busca ser una opción para ellos, una forma de defenderse en el futuro», destacó Lucas.
Barberías: espacios de conexión y diálogo
Para Nahuel y Lucas, la barbería no es solo un lugar donde se ofrecen servicios, sino también un espacio de contención social y emocional. «La barbería tiene algo especial: las conversaciones que surgen aquí muchas veces no se dan en otros espacios», señaló Nahuel.
Según él, el vínculo que se genera entre el barbero y el cliente puede ser terapéutico. «A veces, uno escucha historias, problemas, y simplemente con estar ahí y conversar, ya estás ayudando».
En este sentido, los jóvenes barberos han incorporado este aspecto en el curso. «No solo les enseñamos el oficio, sino también la importancia de crear un ambiente de confianza y respeto en su trabajo. Queremos que entiendan que ser barbero no es solo cortar el cabello; es también ser un apoyo para quienes llegan a su silla», agregó Lucas.
Más que un curso, un proyecto social
Además de las herramientas técnicas y humanas, Nahuel y Lucas se han comprometido a ofrecer un apoyo constante a sus estudiantes. «Queremos que sepan que cuentan con nosotros más allá del curso. Si necesitan algo, siempre estaremos dispuestos a dar una mano», afirmó Lucas.
Este enfoque refleja la visión inclusiva de su proyecto, que busca ser un espacio de crecimiento personal y colectivo.
Por otro lado, ambos subrayaron que la barbería es un oficio en constante evolución. «Nunca se deja de aprender en esta profesión. Nosotros mismos seguimos capacitándonos y aprendiendo de otros barberos. Queremos transmitir esa pasión a los chicos», indicó Nahuel.
Un proyecto con raíces y proyección
La historia de Nahuel y Lucas como barberos también es inspiradora. Ambos comenzaron su trayectoria de manera independiente, pero un día decidieron unir fuerzas y abrir una barbería en la calle Ramírez. «Fue una de las mejores decisiones que tomamos. Juntos logramos crear algo que no solo nos beneficia a nosotros, sino también a nuestra comunidad», aseguró Lucas.
El proyecto tiene planes de continuar en el futuro, con la posibilidad de expandir el curso y llegar a más jóvenes. «Esto recién comienza. Ojalá podamos seguir creciendo y ayudando a más personas a encontrar su pasión y su camino en la barbería», concluyó Nahuel.

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