En Salinas, Canelones, late un corazón solidario que busca cambiar la vida de niños y bebés con traqueotomía.
Se trata de la Asociación Civil “Alas para Respirar”, fundada el 3 de enero de 2024, una iniciativa que surgió desde la experiencia personal de Hugo Viera y su familia, quienes enfrentaron los desafíos de tener una nieta con este delicado procedimiento médico.
“Todo empezó con mi nieta Belén,” cuenta Hugo, emocionado. “Por problemas respiratorios desde su nacimiento, tuvo que ser sometida a una traqueotomía. Fue un golpe durísimo, pero su madre, mi hija, decidió transformar ese dolor en acción. Así nació esta asociación.”
Una red de apoyo emocional y práctico
La labor de «Alas para Respirar» no se queda en lo anecdótico. Desde su creación, han reunido a familias de todo Uruguay, desde Rocha hasta Artigas, uniendo a quienes comparten historias similares. “Más de 10 niños y sus familias han encontrado aquí un lugar donde sentirse entendidos y apoyados,” relata Hugo.
El camino no ha sido fácil. Uno de los grandes retos ha sido dotar a las familias de recursos básicos, como aspiradores portátiles, indispensables para el manejo de secreciones en los niños con traqueotomía. “Antes solo había aspiradores eléctricos en Uruguay. ¿Te imaginas un corte de luz? Era un riesgo constante. Ahora hemos logrado traer aspiradores a batería, lo que da más independencia y seguridad a las familias,” explica Hugo.
Recaudaciones con alma
La asociación se sostiene gracias a eventos solidarios. El próximo gran hito será el 22 de enero en el Velódromo Municipal de Montevideo, donde habrá murgas, parodistas y un ambiente festivo para recaudar fondos. “Cada peso cuenta, no solo para comprar equipo, sino para brindar ese apoyo emocional tan necesario a las familias. Cuando tienes un hijo en esta situación, sientes que el mundo se desmorona,” dice Hugo, enfatizando la importancia de la contención psicológica.
Un mensaje que inspira
La labor de “Alas para Respirar” trasciende los recursos materiales; es una red que devuelve esperanza y calidad de vida a quienes más lo necesitan. “Esto es por ellos, por los niños, y por esas familias que, al unirse, encuentran fuerza para seguir adelante,” concluye Hugo con una sonrisa esperanzadora.
Si quieres apoyar esta causa, no te pierdas el evento del 22 de enero o contacta a la asociación para saber cómo colaborar. Juntos, podemos dar alas para respirar y, sobre todo, para vivir.