El taller de Arteterapia, dirigido por Laura Núñez, celebró su fiesta de clausura con una emotiva presentación en el salón de Te La Mary de Flor de Jardín.
Creados y diseñados para fomentar la creatividad, el juego y la conexión personal, los talleres culminaron un año lleno de actividades y aprendizajes con una muestra que dejó en evidencia el entusiasmo y el compromiso de sus participantes.
Reconectar con uno mismo
Laura Núñez inició el taller con un objetivo claro: ofrecer un espacio donde las participantes pudieran dedicarse tiempo a sí mismas, alejándose por unas horas de las responsabilidades cotidianas. “La propuesta fue tomarnos un día a la semana para olvidarnos de la casa, los mandados, el trabajo y los niños. Simplemente venir a disfrutar de nosotras mismas y del grupo”, explicó Núñez.
Este enfoque permitió que las participantes, un grupo diverso y unido, se reencontraran con el placer del juego, la risa y la creatividad. Además de actividades recreativas como pintar mandalas, resolver rompecabezas y jugar al jenga, el taller incluyó el desafío de montar pequeñas obras teatrales, lo que representó un nuevo y emocionante reto para muchas de las asistentes.
Risas, nervios y un cierre memorable
La clausura del taller fue una experiencia especial para todas las participantes, quienes presentaron escenas teatrales cargadas de humor y creatividad. Algunas de ellas compartieron sus impresiones sobre el proceso.
“Para mí fue un evento espectacular. No creí que pudiera sentirme tan cómoda haciendo un personaje, aunque fuera corto”, expresó una de las participantes, destacando lo divertido y gratificante que resultó la experiencia.
Otra integrante mencionó los nervios iniciales de presentarse en público, pero aseguró que una vez que subieron al escenario, la ansiedad dio paso al disfrute. “Fue un año de mucha diversión y de aprender a conocernos entre nosotras. Terminar con esta muestra fue un gran logro”, comentó.
Proyecciones para el próximo año
Con el éxito de este primer año, el taller ya proyecta nuevas propuestas para 2025. Según Núñez, las inscripciones comenzarán en febrero y, además de los cursos actuales, como “Flor de Jardín” y “Sentir”, se planea incorporar grupos nuevos para niños y adolescentes.
“Queremos mantener los grupos pequeños para fomentar la confianza y la intimidad dentro del taller. La idea es que cada participante pueda sentirse cómoda y libre de expresarse”, explicó la tallerista.
Un espacio que llegó para quedarse
El taller “Flor de Jardín” no solo ofreció actividades recreativas, sino que se convirtió en un espacio de crecimiento personal y colectivo, donde las participantes redescubrieron la importancia de dedicarse tiempo y disfrutar del presente.
Con el cierre de este año lleno de aprendizajes y emociones, la propuesta se consolida como una de las iniciativas más valoradas en Rocha, dejando en las participantes no solo memorias imborrables, sino también el deseo de seguir explorando su creatividad en el futuro.